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La sangre pura de Dios
¡Lee la Biblia en hebreo!
La creación del primer Adán
La magnífica historia de la creación del mundo en el Libro del Génesis culmina con la creación de los seres humanos, cuando Dios declara:
נַעֲשֶׂה אָדָם בְּצַלְמֵנוּ כִּדְמוּתֵנוּ
nasé adam be-tzalmenu ki-demutenu
«¡Hagamos al hombre a nuestra imagen y semejanza!» (Génesis 1:26).
Se profanó la semejanza divina
En el hebreo original, la palabra para «semejanza» es demut (דמות). Esta palabra se parece al nombre que Dios da al primer humano: Adán (אדם). Las dos también se asemejan mucho a otra palabra hebrea: dam (דם), que significa «sangre». Cuando Adán y Eva desobedecieron a Dios en el Jardín del Edén, profanaron su semejanza divina y desataron la maldición del pecado sobre su linaje.
Profundiza en la Biblia
Gracias a la sangre (dam) del «último Adán» derramada en la Cruz, recuperamos la semejanza divina (demut) perdida en ese trágico pecado del primer Adán. Pablo llamó a Jesús «último Adán» y la conexión directa solo se puede ver a través del hebreo original. Inscríbete hoy en nuestro curso online y en vivo de Hebreo Bíblico y también sabrás entender las ideas ocultas en la traducción.
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