S. Juan 1:35-42 El siguiente día otra vez estaba Juan, y dos de sus discípulos. Y mirando a Jesús que andaba por allí, dijo: He aquí el Cordero de Dios. Le oyeron hablar los dos discípulos, y siguieron a Jesús. Y vol | Biblia Reina Valera 1960 (RVR1960) | Descargue La Biblia App ahora
S. Juan 1:35-42 El siguiente día otra vez estaba Juan, y dos de sus discípulos. Y mirando a Jesús que andaba por allí, dijo: He aquí el Cordero de Dios. Le oyeron hablar los dos discípulos, y siguieron a Jesús. Y vol | Biblia Reina Valera 1960 (RVR1960) | Descargue La Biblia App ahoraDEVOCIONAL PAN DE VIDA
12 de febrero de 2025
LA MEJOR VIDA
LECTURA DIARIA
Juan 1:35-42
Los primeros discípulos
35;El día siguiente otra vez estaba Juan, y dos de sus discípulos.
36;Y mirando a Jesús que andaba por allí, dijo: He aquí el Cordero de Dios
37;Le oyeron hablar los dos discípulos, y siguió a Jesús.
38;Y volviéndose Jesús, y viendo que le seguían, les dijo: ¿Qué buscáis? Ellos le dijeron: Rabí (que traducido es, Maestro), ¿dónde moras?
39;Les dijo: Venid y ved. Fueron, y vieron donde moraba, y se quedaron con él aquel día; porque era como la hora décima.
40;Andrés, hermano de Simón Pedro, era uno de los dos que habían oído a Juan, y habían seguido a Jesús.
41;Este halló primero a su hermano Simón, y le dijo: Hemos encontrado al Mesías (que traducido es, el Cristo).
42;Y le trajo a Jesús. Y mirándole a Jesús, dijo: Tú eres Simón, hijo de Jonás; tú serás llamado Cefas (que quiere decir, Pedro
Juan 1:41
(Andrés) halló primero a su hermano Simón, y le dijo: Hemos
hallado al Mesías (que traducido es, el Cristo).
LA BIBLIA EN UN AÑO:
Levítico 13
Mateo 26:26-50
Hace unos meses, tuve que viajar a Florida por negocios. En el vuelo de regreso, me encontré con la agrada-ble sorpresa de ubicarme en un asiento con mucho lugar para las piernas. Me sentí tan bien al no tener que estar estru-jada en un sitio reducido. Además, ¡tenía un asiento vacío a mi lado! Ideal para una buena siesta.
Entonces, recordé a los que me rodeaban, en asientos no tan cómodos. Invité a varios que conocía para que se sentaran conmigo en un lugar mejor, pero me sorprendió que, por diversas razones, todos quisieran que-darse en su lugar. No querían molestarse en cambiar de sitio o se sentían bien donde estaban.
Como Creyentes en Cristo, tenemos que extender una invitación mucho más importante: hemos recibido nueva vida por la fe en Cristo y queremos que otros experimenten lo mismo. Algunos querrán hacerlo, pero otros no. En Juan 1:40, leemos que Andrés había comenzado a seguir a Jesús. Lo primero que hizo fue buscar a su hermano Simón para invitarlo a que él también conociera al Mesías (v. 41). Jesús les ofreció una nueva y maravillosa forma de vivir, para que lo conocieran y disfrutaran de sus promesas de perdón (Romanos 3:24), presencia constante (Hebreos 13:5), esperanza (Romanos 15:13), paz (Juan 14:27), y un futuro eterno con Él (1 Tesalonicenses 4:17).
¿Quieres unirte a nosotros? Jesús te da la mejor vida.
Para que otro sepa lo que Cristo hará por él, muestrale lo que ha hecho por ti.
RUBÉN
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